No tenía idea de cuánto podía cambiar mi vida en un mes. En 31 días, más o menos. Cuatro semanas. Un ciclo lunar. Tomémonos el tiempo para asimilar los cambios, mientras los enumero.
1. Me entrevisté para mi maestría. Permítanme comenzar diciendo que fue a través de una videoconferencia y tan pronto acabó, comencé a llorar. Como cuando vas a una cita en la que tenías muchas esperanzas, pero luego te das cuenta de que el tipo es un idiota aburrido que te ve como un tropo (pocos saben de lo que estoy hablando, así que digamos que es una corazonada). En pocas palabras, se hicieron preguntas innecesarias sobre mi condición, preguntas como " ¿Y tú te mueves?" Y “¿Y tú puedes sostener cosas con las manos?" fueron hechas. Quiero decir, no es la primera vez que un hombre me pregunta eso, es que simplemente no creía que fuera relevante en una entrevista para un Programa de Consejería Psicológica. Poco después, me di cuenta (prácticamente me lo gritaron) que la ridícula razón por la que no me aceptaron fue principalmente porque no tenía las destrezas motoras que necesitaría un consejero psicológico (segun ellos) . Básicamente, lo que esta institución valora mas que la inteligencia emocional es la habilidad de apuntar a objetos de mierda. En otras palabras, la modelo de “La Ruleta de la Suerte” debería solicitar entrada a este programa de maestría ... Ella sería aceptada ... solo por señalar a objetos de mierda (no estoy diciendo que las modelos no puedan ser inteligentes, solo estoy tratando de probar un punto ... es obvio que ella está tomando mejores decisiones de vida que yo).
2. Después de tener episodios de fiebre, me hospitalizaron durante 17 días debido a una infección renal. Técnicamente, he tenido un riñón funcional durante 9 años. Bueno, esa era una noticia vieja. Mi riñón izquierdo tiene hidronefrosis. Según Kidney.org, “La hidronefrosis es la hinchazón de un riñón debido a la acumulación de orina. Ocurre cuando la orina no puede drenar del riñón a la vejiga debido a un bloqueo u obstrucción ". Y debido a una furtiva infección urinaria, (en la semana siguiente a mi horrible entrevista), mi riñón se infectó. Así que, eso llevó a 15 días de "¿qué diablos está pasando?" y 2 días de drenaje renal. Fue entonces cuando finalmente mi fiebre bajó.
3. Aquí está el asunto: no tengo problema con los 17 días en el hospital. Son las secuelas las que siempre me joden. Fui al hospital como una mujer que orinaba por completo (para aquellos que no conocen la jerga de los discapacitados, podía orinar sola). Y aunque es muy vergonzoso decirlo, salí del hospital sin poder orinar. Es posible que el lector se esté preguntando a sí mismo en este punto: “¡Caramba, Glow! ¿Y ahora qué haces? ¿Solo lo retienes?” Bueno, ya que soy tan terca y me niego a usar un Foley (catéter) hasta que mi propio cuerpo me obliga a hacerlo, (es una elección personal, no tengo nada en contra de las personas que usan Foley), me cateteriza una enfermera, o quienquiera que esté dispuesto a ayudarme, al menos tres veces al día. Esto significa que en mi agenda del día, literalmente tengo que establecer un tiempo para orinar. No es solo algo que hago durante unos segundos de mi día, cuando me da la puta gana. Puedes imaginarte lo impactante que fue eso para mí. Ahora tengo otra cosa en torno a la que debo planificar mi vida. Para aquellos que todavía tienen dificultades para entender la mecánica del cateterismo, se lo explicaré como lo haría a un niño de primer grado:
Su vejiga es una pouch de jugo Caprisun.
Gira el pouch de Caprisun 180 grados.
Desenvuelva la fina y puntiaguda pajita de plástico, pero no toque ninguno de los extremos (el sorbete, wey!).
Ahora apuñale (CON DELICADEZA!) el pouch de jugo en el orificio designado.
Finalmente disfrute al ver todo su jugo salir....digo "EL jogo".
Y así mis amores es cómo orino tres veces al día (hablando de compartir en exceso).
4. Además de eso, aunque no me han diagnosticado oficialmente, creo que estoy, debo decir… deprimida. Creo que se debe principalmente al hecho de que mi futuro, una vez más, ha sido jodido por cosas que no puedo controlar. Para aquellos que leyeron mi libro, The Diva, The Disability, and the Unforeseen Drinking Game (Sugerencia descarada: ¡Puedes comprarlo en Amazon!), ahí utilizo una granja de hormigas como metáfora de las oportunidades de la vida. Es fascinante, lo sé. En un momento mencioné que a veces, cuando estás siguiendo un recorrido, te das cuenta de que es un callejón sin salida. Entonces, como la hormiga obrera que soy, generalmente decido comenzar a construir un nuevo camino. Desafortunadamente, esta pequeña hormiga está harta y cansada de cavar y solo quiere ser la reina de las jodidas hormigas.
ÚLTIMAS NOTICIAS: Esto acaba de llegar. Una fuente anónima me acaba de informar que estoy mirando el vaso medio vacío….Es razonable. Así que déjame hacer un débil intento por llenar el vaso.
1. Tengo un abogado. Eso es bastante guay.
2. Estoy viva. Eso es bastante guay.
3. Está bien, estoy bromeando. De hecho, hay muchas cosas buenas que salieron de esto. Por un lado, tengo tres enfermeras increíbles que llegaron a mi vida. Siempre me hace feliz conocer gente nueva, independientemente de lo agotador que pueda resultar a veces mi planificación. Y por otro lado mi vejiga está mucho mas vacía que la tuya.
4. Una fuente anónima diferente, también me ha señalado que ahora tengo aún más material para escribir en un ensayo personal. ¿Sabías que la gente los escribe por diversión?
5. (¡Ronda de bonificación!) Estoy viva. En serio, guay.
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