Hace tiempo que no despotrico y hay un par de cosas que me enfurecen... No sé si les va a gustar lo que tengo que decir. Joder gente, ni siquiera sé si tengo razón. Pero voy a intentar matar tres pájaros de un tiro en esta entrada del blog.
Si no estás de acuerdo o tienes fuertes sentimientos hacia lo que voy a decir, por primera vez voy a animarte a que comentes.
Estos son los temas de los que vamos a hablar:
1. Capacitismo
2. Igualdad vs. Equidad
3. Positividad tóxica
Comencemos.Empecemos con la definición de capacitismo. El capacitismo es la discriminación y el prejuicio social contra las personas con discapacidad y/o las personas que se perciben como discapacitadas. El capacitismo caracteriza a las personas como definidas por sus discapacidades e inferiores a los no discapacitados.
Hay dos formas principales de capacitismo.
En primer lugar, está el capacitismo físico, que se refiere a la discriminación, intencionada o no, de las personas con discapacidad, que las personas que no son discapacitadas no perciben. ¿Por qué? Porque todo gira en torno al yo, yo, yo; si no me molesta a mí, no debería molestarle a nadie. El mejor ejemplo de esto es el espacio físico y su configuración. Si me dieran un céntimo por cada vez que un amigo me sugiere un restaurante, una cafetería o cualquier otro establecimiento público, y me contesta "no me di cuenta" después de preguntarle "¿tiene rampa?" o "¿es accesible?", yo sería asquerosamente rica. Lo que también se aplica al capacitismo físico es asumir que alguien que tiene una discapacidad física es automáticamente menos inteligente. Odio tener que decírtelo, pero en realidad es todo lo contrario. En realidad, somos muy inteligentes, por eso se nos convierte en villanos (busquen “Evil Cripple TV Tropes”) en la mayoría de las películas (inserte una sonrisa burlona aquí).
En segundo lugar, tenemos el capacitismo mental y, al igual que el capacitismo físico, se refiere a la discriminación, intencionada o no, contra las personas con enfermedades mentales, neurodivergentes (no seas perezoso, búscalo), y aquellas etiquetadas como con discapacidades del desarrollo. Por ejemplo, asumir que los alumnos neurodivergentes tienen que ser segregados en una clase aparte es una ignorancia de mierda... ¿Y todavía tengo que explicar por qué no se usa la palabra retrasado?
Por último, mi tormento, lo que me persigue a diario; si eres uno de mis lectores con discapacidad, probablemente te identifiques con la sensación de tener el estómago revuelto después de algunas interacciones humanas. No sabes por qué, pero algo que dijeron no te cayó bien. Probablemente sea porque muestran algunas microagresiones. La microagresión es un término que se utiliza para los desaires verbales, conductuales o ambientales comunes y cotidianos, ya sean intencionales o no, que comunican actitudes hostiles, despectivas o negativas hacia grupos estigmatizados o culturalmente marginados. A esto se refiere mi gente cuando dice "no nos digas que somos tu inspiración" o "no me digas que te inspiro". Como dije antes, en realidad somos muy brillantes, sabemos cuándo es un montón de estupideces, y lo que haces es para sentirte mejor. Quiero decir, me encantaría pasearme por ahí diciendo "Vaya, Susie (mujer estereotípicamente “normal”), estoy tan agradecida de no estar atada a tus limitaciones ignorantes, superficiales y de poco criterio típicas de personas sin discapacidad. ¡NOSOTROS NO HACEMOS ESO! ¡Así que, el hecho de que pienses que está bien hacerlo es minimizante!
"Entonces, Glow, ¿cómo se supone que debemos expresar lo mucho que respetamos a las personas con discapacidad?"
(...)
Demuéstralo. No lo digas, demuéstralo. Si estás interesado en no participar en el capacitismo sistemático e institucionalizado, habla realmente conmigo, no me evites en el pasillo ni hables con mi asistente en vez de conmigo. Siente curiosidad, pero respeta cuando digo que no (es decir, si me preguntas cómo voy al baño, respétame cuando digo "no hablemos de eso"). Decir lo mucho que me admiras, y luego tratarme como si fuera un mueble, es absurdo.
"Pero Glow, ¿no quieres que te tratemos de igual a igual?"
(...)
Es muy difícil responder a esa pregunta de manera civilizada, así que sólo diría lo siguiente: igualdad frente a equidad. Es el punto de partida perfecto para la siguiente lección de Just Press Mode. Para las personas marginadas, la equidad y la igualdad son un mundo de diferencia. En lugar de darte una definición, te daré un ejemplo muy conocido. Si le das a una mujer rica y a otra pobre 100 dólares, ¿están ambas ahora en el mismo campo de juego? Este es un ejemplo de igualdad porque se les ha dado la misma cantidad de dinero. Sin embargo, en función de su situación económica anterior, la mujer rica sigue estando en mejor situación. Por otro lado, si le das a la mujer pobre 200 dólares basándote en su desventaja existente, mientras que sólo le das a la mujer rica 100 dólares, estás tratando de alcanzar la equidad. ¿Cómo se aplica esto socialmente a las personas con discapacidad? Bueno, me utilizaré a mí misma como ejemplo. Tengo un ligero impedimento en el habla que se deriva de que no puedo hablar muy alto. Evidentemente, también tengo problemas de movilidad, lo que me ha llevado a notar que cada vez que inicio una conversación con un desconocido, normalmente no me entienden o no son capaces de oírme. Esa es mi desventaja en base a mi verdad. Si quisiera ser igual, entonces ambos tendríamos que poner la misma cantidad de esfuerzo físico y emocional en nuestra interacción (honestamente, que tengas buena suerte con eso). Si queremos ser equitativos, uno de nosotros, el que no tiene limitaciones físicas, tendría que poner un poco más de esfuerzo. Por lo tanto, creo que las personas capacitadas y las discapacitadas deberían llegar a un acuerdo (puedo sentir a mis seguidores discapacitados poniendo los ojos en blanco, pero escúchenme). Las personas capacitadas deberían tomar la iniciativa de hablar con nosotros primero y los discapacitados deberían prometer que no les arrancarán la cabeza cuando digan alguna estupidez (que seguro que lo harán... Pero no pasa nada). De ahí la equidad.
"Pero Glow, ¡la discapacidad es un estado mental! Puedes hacer cualquier cosa que te propongas".
(...)
No... simplemente no. La positividad tóxica es precisamente eso. Según Disability Together, la positividad tóxica consiste en desestimar las emociones negativas y responder a la angustia con una falsa tranquilidad en lugar de con una auténtica empatía. En otras palabras, la práctica de la positividad tóxica surge del sentimiento de incomodidad ante las emociones negativas y, aunque a menudo es bien intencionada, puede resultar despectiva y provocar una sensación de desconexión. Lo cual, técnicamente, es un problema tuyo (no te estoy acusando a ti como lector, sino que te estoy usando en términos generales... así que relájate) porque si lo piensas, la persona que dice cosas indignantes como la cita anterior, no sabe cómo procesar lo negativo. En todo caso, lo tapan con un brebaje de la voluntad de Dios y un popurrí pasivo-agresivo que no huele más que a culpa. Digo culpa porque la positividad tóxica puede afectar a cualquiera; sin embargo, a menudo se utiliza y se convierte en un arma contra las personas con discapacidad. Cuando se dice que la discapacidad es un estado mental, se está culpando a la persona con discapacidad de no tener la mentalidad adecuada. Cuando en realidad, las personas con discapacidad tienen poco control sobre su condición, los síntomas y las opciones de tratamiento. No podemos hacer que nuestros cuerpos "sean" mejores por mucho esfuerzo que pongamos en ello... que yo ponga "esfuerzo" en caminar no significa que vaya a ocurrir alguna vez. Además, esta mentalidad promueve el que de no aceptemos lo que somos. El momento más feliz en la vida de una persona discapacitada es cuando acepta y se conforma con lo que es. El verdadero momento Eureka en la vida de una persona discapacitada es cuando se da cuenta de que no tiene que demostrar a los demás que hace lo suficiente como persona discapacitada... piénsalo.
Piensa en TODO.